-Después de pararse o sentarse.
-En las noches.
-Al estornudar, toser o reír.
-Al doblarse hacia atrás o caminando mucho.

Por eso es recomendable un acertado diagnóstico, por medio de un examen físico en el que se valorará:

-Debilidad al flexionar la rodilla o mover el pie.
-Dificultad al doblar el pie hacia dentro o hacia abajo.
-Reflejos anormales o débiles.
-Dolor al levantar la pierna estirada por fuera de la mesa de exploración.

0 comentarios

Publicar un comentario